Considerada generalmente como la iglesia más antigua de La Habana, investigaciones recientes del historiador Pedro A. Herrera han verificado que la realidad es otra. Si bien el edificio original, erigido como ermita para negros libres y constituida hacia 1661 en segunda iglesia parroquia1 de la villa, data aproximadamente de 1638, muy poco o nada queda de el debido a las sucesivas obras de reparación, reconstrucción y remodelación que se llevaron a cabo hasta el siglo XIX. La torre fue edificada en 1707, la bóveda del presbiterio hacia 1720 y alrededor de 1760 se ejecutó una reconstrucción casi total que incluyó la erección de nuevos muros y el afiadido de una nave lateral.
Hacia 1847 se demolió y levantó de nuevo la pared del lado norte, hacia la calle Acosta, y se remodeló la fachada principal. Por tanto, la iglesia como ha llegado a nuestros dias, es más una edificación del siglo XVIII que del XVII, aunque en su expresión general haya preservado las característica de la edificación primitiva. Precisamente en su gran sencillez reside el interes que ofrece el edificio, compuesto por una nave central con techos de alfarjes a dos vertientes, y por una portada en su fachada, complementada por una alta torre. La nave lateral está separada de la principal por una arcada, y su techo también muestra un valioso trabajo en madera. Otros elementos de interés de este templo son las criptas funerarias descubiertas en su interior en 1953; el sepulcro del obispo Gerónim Valdés, hallado en 1936; y el hecho de haber sido declarada en 1773 como la única iglesia de La Habana con derecho a otorgar protección a los perseguidos por las autoridades.
DIRECCION:
Cuba e/ Acosla y Jesús Maria
AUTOR:
Pedro Hernandez de Santiago (Torre)