Con el propósito de construir un edificio relevante y acorde con sus intereses comerciales, la compañía de ron Bacardí celebró un concurso al que invitó a un grupo de profesionales seleccionados al efecto. El proyecto de los arquitectos Rodríguez, Fernández y Menéndez resultó el ganador. La distribución interior por plantas trató de conciliar eficientemente el pro-grama impuesto por la compañía. Cada uno de los cinco pisos destinados a oficinas constaba de 34 departamentos que respondían a los requerimientos de este tipo de instalaciones; además poseía diversos salones de reuniones y un bar para degustar el pro-ducto. Entre los espacios interiores se destaca el vestíbulo, con sus dos locales anexos, decorados de piso a techo con mármoles multicolores importados de varios países europeos y siguiendo la tendencia estilística del arte moderno, caracterizado por la geometrización de los ornamentos y las terminaciones intensamente pulidas y brillosas. La volumetría exterior y la distribución espacial del proyecto ganador eran semejantes a las que posee el edificio que se construyó, sin embargo, la decoración de las fachadas estuvo originalmente inspirada en el estilo Renacimiento italiano. La ornamentación Art Déco fue decidida durante la confección del proyecto ejecutivo, para ponerla a tono con el nuevo estilo que estaba triunfando en esos momentos en Europa y en los Estados Unidos. Exteriormente se emplearon en las terminaciones granitos polícromos, piedra de Capellanía, ladrillos en colores y terracota. El basamento fue enchapado con granito natural brillado importado de Baviera y Noruega; el cuerpo central con ladrillos multicolores y piedra de Capellanía; y el último piso y la excepcional torre escalonada, con ladrillos y terracota en colores. Es en estos últimos niveles donde se concentra la mayor riqueza decorativa del edificio, que fue graciosamente coronado con un murciélago, símbolo de la compañía.