En 1913, al término de su mandato como Presidente de Cuba, José Miguel Gomez adquirió las casas en la esquina de Prado y Trocadero, propiedad de Marta Abreu, La idea era reconstruirlas para su propia residencia, pero más tarde decidió su demolición para ejecutar la casa de nueva planta.
Una vez terminada, la obra tenia una irnagen más llamativa que en la actualidad, por la existencia de esbeltas columnas pareadas que sostenía una pérgola en todo el perímetro superior de la primera linea de fachada. Posteriormente, la mayor parte de esta pérgola por la calle Trocadero fue sustituida por varias habitaciones para la servidumbre, y las viguetas que hoy se hallan retiradas hacia la segunda crujia por la fachada principal son sólo un remedo de aquella pérgola.
La torre-mirador con cubierta a cuatro aguas se mantiene intacta. El portal, cerrado con barandas metálicas fue abierto a la circulación como prescribia las ordenanzas.
A través de él se produce la entrada principal hacia un vestibulo desde el cual se visualiza la escalera de mármol con sus pronunciados pasos de invitación.
Todos los locales se organizan en torno a un patio central de proporciones rectangulares y frío tratamiento omamental.
En la planta baja se encontraban los despachos de José Miguel Gómez y de su hijo. Miguel Mariano Gomez. La planta alta se reservo para las habitaciones principales, con una amplia terraza al frente del concurrido Paseo del Prado.
DIRECCION:
Prado, 212
USO ACTUAL:
Casa del Cientifico
AUTOR:
Hilaro del Castillo