Una logia con balcón corrido, un portal de tres arcos y una hermosa portada con frontón quebrado y columnas sobre altos pedestales, definen la fachada de esta edificación de dos plantas y privilegiada ubicación frente a la Plaza Vieja Su restauración, terminada en 1989, mantuvo esencialmente las tres crujías originales delanteras y algunos otros elementos valiosos que permanecían. El resto fue remodelado totalmente con criterio contemporáneo para incluir catorce viviendas económicas alrededor de un estrecho patio similar al original. De gran valor son las pinturas murales de la fachada principal en cuyo rescate aún se trabaja. La expresión actual del inmueble corresponde a los grandes cambios que se le introdujeron en el siglo XIX, cuando se sustituyó el tejadillo original, se colocó la baranda de hierro fundido y se cerraron los vanos de la logia con persianas y lucetas de vidrios de colores.