El torreón de San Dionisio o de Boca de Jaruco (1797), como su nombre indica domina la desembocadura del río Jaruco, en la costa norte al este de La Habana y es un ejemplo de fortificación costeada por la oligarquía habanera para defender sus intereses y haciendas. En este caso, el extensa patrimonio vinculado al título de los condes de San Juan de Jaruco. Es de planta circular, de muros de mampuesto que debieron tener un nivel superior parapetado.