Los terrenos en los que en el siglo XIX se ubicaba la Estación del Ferrocarril de Villanueva fueron cambiados al Estado por los de la zona del Arsenal, donde se construyó el edificio de la nueva estación de trenes de La Habana, cuya fachada, resuelta en una mezcla de Renacimiento español e italiano, fue considerada unánimemente el mejor pórtico de entrada a la Capital.
Se recubre totalmente por piezas de terracota color amarillo claro y posee un friso amarillo y azul, un reloj central en el remate afrontonado y dos torres de 37 m de altura con decoración plateresca, en las que aparecen los escudos de Cuba y de La Habana. Al interior la decoración es sobria, casi austera, consistente fondamentalmente en los zócalos de mármol. El salón principal de espera, iluminado por lucernarios, posee un puntal que ocupa toda la altura del edificio. A su alrededor, en los pisos segundo y tercero, estbn las oficinas. La restauración concluida en 1987, estuvo a cargo de Marta Adán.
DIRECCION:
Egido e/ Arsenal y Paula
AUTOR:
Kenneth H. Murchison