Este hotel, ubicado en el reparto Las Murallas, fue el producto de la remodelación y ampliación de la antigua casa de la familia Pedroso, que estaba siendo utilizada por el Diario de La Marina. El nuevo edificio mantuvo en esencia la composición y decoración de las fachadas, pero interiormente fue renovado para adaptarlo al uso de hotel. La profusa ornamentación del vestíbulo principal se ejecutó con escayola y yeso policromados en techos y paredes, mientras que en los pisos se emplearon diminutas piezas de cerámica en colores que crean variadas cenefas y forman el logotipo del hotel en una especie de rotonda central que jerarquiza el acceso. Entre 1987 y 1991 fue sometido a una remodelación, según proyecto de Gladys Fitzgerald, en la cual se demolieron manualmente parte de los componentes estructurales que estaban en mal estado, sin afectar la decoración del cielo raso; se recuperaron elementos perdidos, y se adicionaron otros como el lobby-bar anexo al vestíbulo. Elenco Completo